Mi amigo Linux

Aún recuerdo la primera vez que lo vi y de esto hace ya unos cuantos años, 17 para ser exactos.
Empujado por mi severa curiosidad y que en los estudios necesitaba un Unix para practicar lo explicado en clase tenia dos opciones: Instalar el Unix de SCO gentilmente prestado por uno de los profesores o probar otra alternativa que por aquella época solo se comentaba en los pequeños corros phreaks de los que no formaba parte. Pero un compañero si se movía por esos círculos y me invito a su casa a ver su funcionamiento y explicarme sus virtudes y defectos.

 

Bonito, lo que se dice bonito no era. Hablo por supuesto de su interfaz gráfica. Habituado a Windows 98 me parecía poco funcional, las cosas no estaban en su sitio y ni siquiera tenia “Menú Inicio”. Puffffff . Bueno, al fin de cuentas solo me interesaba el modo consola o terminal que es lo que estaba estudiando.
En charlas y preguntas empecé a oir una serie de palabras que por entonces no sabia exactamente que significaban “Open source”, “GNU”, Software libre”… Las pronunciaban como algo bueno, algo positivo no solo para ellos o par los desarrolladores, si no para todo el mundo en general. Era mas que algo técnico. Era y es una filosofía. Poco a poco estas palabras fueron tomando sentido para mi y me empezo a picar aun más el gusanillo por investigar. Lo primero que hice fue comprar una revista en la que regalaban una distribución que de aquellas estaba de moda en este mundillo RED HAT 6 y no os voy a engañar, con mis escasos conocimientos la instalación fue una tortura. Borre todo lo que tenia en el disco incluido Windows y trabajos, pero había que seguir no podía darme por vencido tan pronto.

rh6_3-300x196

Los primeros días me dedique a ponerlo a punto, no sin ayuda claro. Habituado a Windows y su Plug and play pense que sería igual o parecido, pero no. Para que una grabadora de cd “quemase” discos había que modificar el código fuente u compilar, proceso que podía llegar a las 2 horas y eso que ya llevaban tiempo en el mercado.
Con el tiempo probé otras distribuciones de Linux como Mandriva, Suse, Debian, etc. Y cada cual me gustaba más. Cada cual tenía sus pros y contras ya fuese potencia, sencillez o personalización, tenía donde elegir y no tenía que estar atado a un sistema único como Windows.
Pasado el tiempo y una vez acabados los estudios seguí usándolo de manera continua. Abrí un Cibercafé y aunque me hubiese gustado que todos los equipos funcionasen con Linux, no pudo ser debido a los juegos, ya que los mas utilizados solo corrían bajo Windows, pero al menos el equipo de gestión y el servidor de intranet corrían con Mandriva y Debian.
Tiempo después, por cambio de trabajo tuve que cerrar y lamentablemente este mundillo quedo relegado a probar alguna livecd esporádicamente y poco más. Hasta hace relativamente poco. Debido a que mi portátil de trabajo sufrió una subida de tensión y quedo caput, me regalaron otro de segunda mano, este desde el que escribo. Un buen equipo con una tara, el microprocesador. Un AMD a 1600 que con Windows no cumple mis exigencias de rapidez al tener que navegar o editar imágenes y entonces recurrí a Linux. Me baje una distro muy ligera pero que estuviese al día, como es Lubuntu y ahora todo es rápido. Mi trabajo es más productivo y no he tenido que gastar dinero en un equipo nuevo que se quedaría anticuado en 3 ó 4 años.

2015-09-02-194051_1600x900_scrot-300x169

En definitiva, para mí Linux es como ese amigo que siempre está ahí, y que a pesar de no veros durante mucho tiempo, cuando lo necesitas acude en tu ayuda.

Deja una respuesta